EL OJO CLÍNICO DE DEFENSA

Hay mucha gente, que cree que la existencia y el crecimiento de Defensa y Justicia, nace con la llegada de Cristian Bragarnik al club, y si bien el empresario fue y es importante, es tan sólo un socio, necesario, pero no el creador del proyecto.

El proyecto Defensa nace en el año 1993 con la llegada de Ricardo Villa, que fue quién le dió en aquel momento, una línea de juego a un equipo, que venía de descender, y jugaría su Primer año en la B Metropolitana.

Ésta idea que Villa inculcó dentro del campo de juego, fuera del mismo se apoyó en la cabeza de 4 apellidos fundamentales para el día a día del club, José y Diego Lemme, Luis Genoud, Hugo Tomaghello y Oscar Bayerca; 4 apellidos, 5 hombres, que entendieron que lo mostrado en cancha debía perdurar en el tiempo y ser el ADN del club.

Más allá de tener todo claro, hubo momentos de vacas flacas, presupuestariamente hablando, que hicieron que más por necesidad que por convicción la ruta se alterara.

Fue ahí, que la aparición de Bragarnik hizo que el presupuesto que el club tenía para el 100 %, quedara reducido al 50 % y el otro 50 lo aportara el empresario, y a partir de ése momento, Defensa volvió a su carril y ya no sé apartó más. 

El Halcón, siempre fue innovador en la llegada de técnicos y jugadores, pero siempre buscó entre aquellos que se adaptaran a la línea, y no al nombre de moda.

Una vez ascendido a Primera División, ésto se potenció, y en dónde todos ven en Bragarnik al cerebro, le erran y por escándalo. La mente maestra, el trabajo silencioso y el ojo clínico tiene nombre y apellido y se llama Diego Lemme.

Diego, conocedor al extremo, no sólo de la línea, sino del hasta dónde se puede estirar el club, económicamente hablando, agudizó su ingenio, y mientras la mayoría de los clubes van detrás de los nombres propios, Defensa y Diego iban a ver partidos de Reserva de los 5 grandes y les espiaba a los jugadores, que quizás ésos clubes no le podían dar lugar, pero que tampoco dejaban libres.

Así llegaron al club de Florencio Varela desde River, Tomás Martínez, Guido Rodríguez, Barbosa, David Martínez y Enzo Fernández entre otros, desde el otro lado de la Ribera, Pochettino, Bouzat y Cubas y desde Newell's Lisandro Martínez. 

Desde su lugar, y con su línea y proyecto, Defensa hizo que tanto River cómo Boca vendieran por cifras millonarias, y vieran en el Halcón una gran vidriera para mostrar sus futuras joyas.

Defensa y Justicia, desde su plan, no sólo creció futbolísticamente sino también estructuralmente, porque cuándo éste ciclo arrancó sólo tenía el estadio, y hoy no sólo lo acondicionó, sino que también cuenta con un predio para sus Divisiones Inferiores y un Centro de Entrenamiento, que a partir de las buenas ventas, crece día a día y que en un futuro cercano, unificará Futbol Profesional y Amateur.

El camino del crecimiento lo llevó a jugar Copas Internacionales, y no sólo jugarlas sino ganarlas, porque siempre la idea fue más importante que los nombres propios, y cuando vos sabés hacia dónde querés ir, el camino se hace más práctico. 

Defensa, proyectó, ideó, trabajó y ganó, y no fue que solamente ganó, también mostró que los famosos proyectos que en todos los clubes se abortan a la tercera derrota consecutiva, existen, y que tan sólo es cuestión de animarse.