ARGENTINISSIMA EN WEMBLEY

 

Ayer, en el mítico estadio inglés, se jugó la Finalíssima 2022 entre nuestra Selección y la italiana, el Rey de América vs el Dueño de Europa; y a decir verdad, no hubo equivalencias entre un campeón y el otro.


Quizás para Italia éste partido fue más una amistoso con trofeo en juego, que lo que realmente significó para Argentina.


La Azurra eliminada del Mundial por segunda vez consecutiva y sin objetivos importantes a corto plazo, hizo que el partido hasta pareciera molestarlo e incomodarlo, en cambio la albiceleste se motivó y por duplicado, porque lo tomó no sólo cómo lo que era, UNA FINAL, sino que también, como una prueba a futuro para lo que viene, y el hecho de hacerlo ante un grande de Europa (pese a lo enunciado anteriormente) le sirvió para saber, dónde y cómo está parado. El resultado final afirma y confirma las diferencias entre una selección y otra.


Lionel Scaloni ha transformado a ésta selección y éste equipo también al Director Técnico.


El entrenador, castigado en sus inicios por su inexperiencia, hizo oídos sordos a las críticas, y se encargó de renovar, convocar, convencer y darle una identidad a un plantel, que incluso, se llenó de jugadores desconocidos para el gran público, pero que él, los exprime de tal manera, que ya nadie discute ni siquiera un sólo nombre en las citaciones.


El equipo no sólo se identificó con su líder, sino que le empezó a creer, y a partir de ésa creencia, convirtió a un inexperto en un DT que ya, no sólo planifica bien, sino que lee muy rápido los partidos y actúa en consecuencia, modificando posiciones y sistemas, logrando que el equipo nunca se resienta.


Ayer, Argentina bailó al Campeón de Europa, sobretodo en el segundo tiempo, y el 3 a 0 hasta sonó a poco.


Scaloni, logró que todos nos preguntemos, ¿ de que juega Messi ? ¿Di María? ¿Y Lo Celso y De Paul?, Argentina, cuando tiene la pelota y más aún cuando está en ventaja, es un verdadero quilombo, en el que cualquiera aparece por cualquier lado y que cuando la pierden, salen todos despedidos como moscas de verano arriba de una sandía para recuperarla.


Una vez, allá por el año 1999, tuve la suerte de que me dirigiera Jorge Burruchaga, y desde su llegada nos decía constantemente, cuando tenemos la pelota, hagan lo que se les cante los huevos, ahora cuando la perdemos, cada uno vuelve por el camino más corto, y ocupa ésa posición hasta que la pelota salga del campo, y recién ahí cada uno vuelve a la suya; éste parece ser el sello de ésta Selección Argentina, y qué como escribí hace unos días atrás, sueña con el Tri, y ése sueño hoy, está más intacto que nunca.





Comentarios

  1. Tal vez, pudimos intentar eso en SL pero todos, igual que con Scaloni dijimos NO, no tiene experiencia. Para pensar no?. A nosotros, a quienes no hay poronga que nos venga bien...

    ResponderBorrar

Publicar un comentario

Entradas más populares de este blog

EL OJO CLÍNICO DE DEFENSA

LA SUERTE DE BATTAGLIA